LA LECTURA EN EL NIÑO PREESCOLAR
Los niños aprenden muchas de las destrezas que necesitan para leer mucho antes de empezar a ir a la escuela. Los bebés, niños pequeños y preescolares pueden aprender sobre los libros y materiales impresos para empezar a aprender nombres y sonidos de letras. Estos artículos dan información sobre una variedad de temas de lecto-escritura temprana, incluyendo cómo apoyar a los pequeños estudiantes conforme van desarrollando las destrezas que forman la base para aprender a leer.
Los niños aprenden muchas de las destrezas que necesitan para leer mucho antes de empezar a ir a la escuela. Los bebés, niños pequeños y preescolares pueden aprender sobre los libros y materiales impresos para empezar a aprender nombres y sonidos de letras. Estos artículos dan información sobre una variedad de temas de lecto-escritura temprana, incluyendo cómo apoyar a los pequeños estudiantes conforme van desarrollando las destrezas que forman la base para aprender a leer.
Por eso es importante
demostrar lo divertido que es la lectura. Jugar, cantar, charlar y leer en voz
alta son actividades excelentes para preparar a los niños para aprender a leer.
Estas actividades ayudan a los niños a asociar las palabras que escuchan con lo
que ven y convertirlos en buenos lectores.
Las estrategias en esta guía
convertirán las actividades cotidianas en experiencias educativas.
LA
LECTURA EN EL HOGAR
Es importante tener libros en
casa para mantener el interés en la lectura en los niños.
Coloque unos libros en una
repisa especial para formar una biblioteca en casa.
CONVERSE
CON SUS HIJOS
La conversación entre usted y
sus hijos a través del día es uno de los recursos más importantes para
prepararlos para la lectura. Sus conversaciones les enseñarán palabras nuevas y
les ayudará a comunicarse con los demás.
✽ Use palabras que usaría con adultos y evite hablar
como bebé. Por ejemplo diga “dormir”’ en vez de “mi-mi.”
✽ Haga preguntas que requieren respuestas
largas.
Por ejemplo “¿Por qué piensas
que ocurrió eso?”
✽ Escuche con paciencia. Al permitirles expresar
sus pensamientos, los niños tendrán más confianza y podrán mejorar su capacidad
de expresarse.
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